Mis estimados visitantes, ante todo me presento, mi nombre es Juan Marcelo, soy un amante de todo lo relacionado al mundo de la elegancia, a saber, trajes, camisas, corbatas, zapatos, joyería y todo tipo de complementos materiales que hacen del hombre y la mujer personas más elegantes. No es nada raro en este siglo que se tome muy en cuenta el tema de la vestimenta y la apariencia de los seres humanos, porque más allá de la apariencia física, es importante la estética por fuera, se puede ser gordo, se puede ser calvo, se puede ser muy flaco, o no tener un físico agraciado, pero si una persona lleva una ropa elegante, o que puede hacer que resalten sus virtudes más que sus defectos, el trabajo está bien hecho con la estética de uno, hasta me atrevería a decir que una persona que puede ser elegante, es una persona que puede conquistar el mundo laboral y social con mucha más facilidad que aquel que elige seguir las modas informales en exceso. Si bien  no está mal tener un estilo descontracturado, también es cierto que el exceso de esa actitud en el diario vestir y en la estética, arruina hasta el cuerpo mejor plantado, porque en vez de convertir a la persona en alguien encantador, arruina su apariencia. Todo esto, sin dejar de decir que una persona que tiene una estetica demasiado informal, tiene el doble de dificultades a la hora de conseguir un empleo, o no siempre es tratado de la mejor manera en determinados lugares, por eso, cuando a mí me preguntan porque amo tanto la elegancia y critico la absoluta falta de ello en la sociedad actual, respondo lo siguiente: Punto uno, vístete, actúa y compórtate para la vida que quieres, no para la que tienes y punto dos, vístete de acuerdo a como quieres que te traten, o a lo que quieras conseguir de parte de los demás. Por eso mis amigos, en estas sinceras líneas, tan solo pretendo desempolvar algunos de mis pocos y escasos conocimientos sobre el mundo de la vanidad y la elegancia, y sobretodo, encarando el tema desde el lado de las vestimentas discretas y formales, sin exhibicionismos baratos, tan de moda por estos días.