jueves, 23 de mayo de 2013

La importancia de ser elegante

La importancia de ser elegante:
La elegancia es algo que está en desuso, algo, que si bien se lo mira, pasó a ser arcaico, ahora bien, veamos porque es importante ser elegante. Hagamos el siguiente ensayo, pongamos a un tipo vestido prácticamente como un espantapájaros, pongamosle un jean, una camisa por fuera de los pantalones, que sea de mala calidad, un calzado deportivo, que se deje la barba y el pelo largo, pero mal peinado. Ahora bien, en contraposición, pongamos a otra persona, a esta, a diferencia, le pondremos un pantalón de vestir (Puede ser un jean) una camisa a cuadros finos (O de otro tipo, pero de buena calidad) dentro de los pantalones, y una chaqueta larga que sea cazadora o bien, que sea de esas engomadas con el interior forrado de una tela a cuadros, también pongamosle zapatos de vestir (O casuales) afeitémoslo  y podemos, o bien cortarle el pelo o bien, dejárselo largo, pero bien peinado y arreglado (También podemos dejarle la barba si la tuviera prolijamente acomodada) ahora pongamos a ambos individuos frente a una entrevista de trabajo para dedicarse a la docencia de una escuela, seguramente el resultado será más que obvio, la persona mejor vestida, será quien logre el puesto. Ahora hagamos un segundo ejemplo, pongamos a dos sujetos nuevamente, que tengan las mismas caracerísticas, pero con distinta vestimenta, al primero le pondremos un traje con una camiseta por fuera de los pantalones, calzado deportivo, y un morral de lana estilo hippie, al segundo, le pondremos un traje, una camisa con gemelos, una corbata, zapatos de vestir y un maletín preferentemente de cuero. En este caso, los pondremos al frente de una entrevista de trabajo para dedicarse a un puesto de administrativo en una oficina, verán como el primer sujeto es rechazado sin lugar a dudas. Ahora, iremos más lejos, mucho más lejos con este tema. Pongamos al primer sujeto mal vestido, vestido como en el primer ejemplo que hemos dado, pongámoslo con la primer vestimenta que hemos mencionado, con el jean, la camisa por fuera, el calzado deportivo y la misma estética y al segundo sujeto vestido como en el segundo ejemplo, con el traje y la corbata, los gemelos y el maletín de cuero. Ahora démosle al primer sujeto unos tres mil dólares, dinero más que suficiente para que se pueda comprar un reloj de primera marca y pogamos al segundo sin nada de dinero, hasta es más, podemos armarlo con una pistola de juguete, pero no es necesario llegar a extremos. Ahora, comienza el experimento. Mandemos al primer sujeto a una joyería importante a comprar un reloj de primera marca, la que se les ocurra (Rolex, Mont Blanc, Bertling, Omega, etc.) y démosle la orden de que compre alguno de esos relojes, veremos como los vendedores de la joyería harán hasta lo imposible por no llevarle el apunte y hasta tratarán de librarse de él, sin importarle que en su bolsillo cuenta con el dinero más que suficiente para comprar un reloj de una marca internacional, mientras que al enviar al segundo sujeto habiendo regresado el primero, lo enviaremos sin dinero y veremos como es que el segundo es atendido perfectamente y hasta puede que si va con el revolver intente asaltarlos, pero los empleados jamás lo sospecharon, ¿Por qué? Porque estaba de traje y corbata. Lo que intento decir con todo esto es que amén de vivir en un mundo donde se discrimina mucho, el mundo siempre fue de los elegantes, no puedo saber porque, pero siempre fue de los elegantes, de quienes por alguna razón eligieron estar bien vestidos, sea aquí en la Argentina o en cualquier otro país, es prácticamente raro encontrarse algún país donde no sea valorada la elegancia, porque hasta en los países más pobres del mundo se valora mucho a quienes eligen como forma de vestimenta la mejor posible. Tanto es así este tema de la elegancia que incluso en algunas empresas no permiten que sus empleados vayan a trabajar sin corbata y hasta hay clubes exclusivos que no permiten entrar ni siquiera a sus socios más renombrados ni no están con corbata, por más que estén de traje italiano, camisa y zapatos de vestir. 
Amigos, la intención de este artículo no es obligarlos a que tomen la elegancia como forma de vida, pero si a que comprendan que la elegancia, como los estudios, abren puertas que uno ni imagina que se pueden abrir. Cuando yo empecé a ser elegante a los tan sólo quince años, me empecé a dar cuenta de que algunas puertas se me abrían que antes no, y además, me di cuenta de que me miraban con algo más de respeto, me daban una edad y una madurez que no tenía y eso me ayudó a hacerme un lugar en determinados foros que, de otro modo, no sé si hubiera conseguido. Así que amigos, no tienen porque estar de traje todo el tiempo, no es necesario que vivan con una corbata en el cuello ni tampoco que usen un smoking como si fuera usar algo cotidiano, pero sí tengan en cuenta de que al menos de vez en cuando, vestirse bien, sirve para que a uno lo vean mejor, para que uno se sienta mejor y para lograr tener una relación diferente con el mundo que nos rodea. Espero que esta nota les haya servido.

1 comentario:

  1. muy buena publicacion, es verdad cuando empece a tomar mi apariencia mas en serio mejoro mucho el trato de la gente hacia mi persona

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